Sin duda vivimos tiempos en donde
la necesidad de participar en la vida político y social de nuestra comunidad se
vuelve cada vez más indispensable.
Como jóvenes que somos, nos duele
ver el pasar de los años y la población sigue varada en las mismas condiciones
de abandono, sin que nadie se haya atrevido a encausarla con un verdadero
proyecto municipal.
Nos asiste la razón al decir que
muchos han llegado y pocos han intentado pasar a la historia con verdaderas
obras de impacto y con proyectos prioritarios de desarrollo social.
Hoy en día, las elecciones se
tornan plagadas de una enorme crisis de credibilidad, donde los mismos de
siempre, y otros motivados por la ambición de conquistar el poder, se mueven al
ritmo de los intereses particulares y no colectivos, con el objetivo de
mantener posiciones privilegiadas dentro de la sociedad y del poder mismo.
Es aquí donde incide la
importancia de que nuevos proyectos sean aterrizados en la comunidad, proyectos
jóvenes, llenos de frescura y sin la influencia de nadie, pues la juventud ha
demostrado tener la suficiente capacidad que los viejos esquemas políticos se han
negado a reconocer, inclusive, han bloqueado la inclusión de este sector con la
intención de no ceder territorio para que las nuevas propuestas escalen en el
ámbito de la política y del servicio a los demás.
Sin embargo, lo bueno de todo
este embrollo, es que la mayoría ciudadana, ha manifestado su rechazo a las
propuestas tradicionales, dejando entrever la oportunidad de ungir a un nuevo
esquema de gobierno joven, con un proyecto ilustrado en la realidad que los
gobernantes nos han dejado.
Muchos estamos cansados de
escuchar cada tres años el mismo discurso hueco, seco y con un acumulado de
pura demagogia, que en muchas ocasiones no solo lastiman a nuestro sentido del
oído, sino que también, lastiman la buena voluntad de muchos quienes confían y
votan por estas propuestas cada vez obsoletas.
Es importante entonces, que se
habrán estas brechas reducidas por los políticos de siempre, que el mensaje sea
entendido por aquellos que obsesionan en alcanzar posiciones de poder en la
población, que la sociedad levante la mirada y denuncie mediante la
indiferencia, el comportamiento de estos políticos que solo daño le han hecho a
la sociedad Gubiña.
El poder no es una herencia de
familia y pareciera que así lo interpretan algunos que cada tres años aparecen
como regidores o secretarios, para otros
pareciera que el poder se ha vuelto obsesivo, porque aun pretenden levantar la
mano, cuando que todo mundo sabe de su actuación y de los intereses que los
mueven.
Es imprescindible la
concientización hacia cualquier proyecto joven, donde el derroche de dinero no
sea el principal medio para obtener el respaldo popular, si no todo lo
contrario, donde las dadivas y prebendas no suplan en nada la dignidad de los
ciudadanos, porque no garantiza el buen desarrollo de un pueblo secuestrado por
unos cuantos.
Somos muchos quienes en verdad
anhelamos un futuro mejor para Rancho Gubiña y debemos actuar en consecuencia,
debemos hacerlo ahora que todavía hay tiempo de transformar, hagamos que las
cosas sucedan porque es responsabilidad nuestra la de emprender el camino aun
con las trabas, aun con la negativa de estos grupos que no dejan pasar a la juventud, porque saben que
lo han perdido todo ya que la sociedad está cansada de sus burlas.
La juventud clama y va por el
espacio que le pertenece, la revolución ideológica y de conciencia ha
comenzado, la cadena que ahogaba la voz de los jóvenes, hoy se tiene que
romper, para darle paso a la nueva construcción del relevo generacional que
Unión Hidalgo simplemente necesita.
Es un llamado urgente al pueblo
entero, organizarse o de plano dejar que la apatía nos alcance y nos domine por
completo, dejar que los recursos se vallan en otra dirección y no en donde de
verdad se necesita.
Insisto, es nuestra
responsabilidad y de nadie más, aquí vivimos y aquí queremos que nuestros hijos
vivan y lo menos que debemos de hacer, es heredarles un municipio a la altura
de su generación y de su crecimiento.
Ahora o nunca, es la cuestión para analizar,
¿seguir en lo mismo y con los mismos? O mirar de frente y caminar, hasta
alcanzar el propósito de transformar y erigir una sociedad más justa y a la
altura de los demás municipios de la región que nos han alcanzado.