domingo, 12 de octubre de 2014

MÉXICO: Degradación y Complicidad.

El caso Ayotzinapa en Guerrero, de Tlatlaya en el Estado de México, ha puesto a los estados unidos mexicanos en el plano internacional como un país que violenta flagrante y abiertamente los derechos humanos y con una complicidad exponencial que viene de las altas esferas del  poder, a tal grado por ejemplo en el primer caso en donde ya se conocían los antecedentes de los involucrados y nunca se hizo absolutamente nada para investigar o indagar las denuncias que se tenían.
El hecho es que México de nuevo esta dando de que hablar en el mundo, algunas organizaciones como amnistía internacional han señalado estas acciones como crímenes de lesa humanidad, la cual obviamente, el gobierno de peña nieto ha minimizado porque no conviene que nuestro país tenga dicho reflejo a nivel internacional. La simplicidad con la que estos asuntos se manejan, demuestran que quienes deberían brindarnos la seguridad, están del otro lado, es decir, la obligación del estado se ha corrompido brutalmente y esta degradación ha llevado al borde del abismo a una sociedad que vive indefensa y con la esperanza partida en pedazos.
La simbiosis que legalmente debería de existir entre gobierno y gobernados presenta desde hace ya varios años una ruptura, un desgajamiento que por culpa de los intereses han alejado los derechos y obligaciones de cada ente, de tal manera que hoy, el miedo y el terror gobiernan al país, la suplantación de un sistema gubernamental por una delincuencial, es la que tras bambalinas toma las decisiones de lo que se puede o no hacer en el país. A esto también habría que sumarle el valor intrínseco y el poderío económico que representan la banca y los mercados, sectores que en los últimos años han entretejido los hilos de la economía nacional, una economía que en la práctica solo ha mantenido un beneficio a favor de estos.
La convulsión generada en la sociedad ante los hechos de horror, desencadena una realidad que divide opiniones y que desnuda una relación que desde siempre ha existido en estos sistemas referidos, la cuestión es que en lo que va de este sexenio, nos queda claro que la movilidad que se presume en los medios, está tomando un rumbo distinto, un rumbo que nos conduce a una pesadilla global remitiéndonos a la experiencia sufrida en el mundo con Alemania, Colombia, el Salvador y tantos otros países que el holocausto y la represión era parte de un sistema político podrido e intolerante.
La pretensión gubernamental de desviar irresponsablemente la atención ciudadana (con la ayuda de algunos medios informativos afines al sistema), para que estas acciones no sigan dañando la imagen nacional en el orbe, es risiblemente desesperante, puesto que no se ha medido quizá, lo profundo que resulta el tema, en los funcionarios de primer nivel se nota la preocupación y como no, si hace apenas unos días, el presidente peña nieto recibió el Premio Estadista Mundial 2014, un galardón que quiérase o no, se ha manchado de sangre, de impunidad y de un reflejo hasta natural que se vive en la parte baja de la pirámide social, en esa parte donde estamos todos, donde miles de pobres viven al día, sin los empleos prometidos por las reformas aprobadas y con una injusticia que ha rebasado los límites atroces a tal grado que la ciudadanía ha perdido la fe y la confianza en un gobierno (de los tres niveles) que solo se ha dedicado a mostrar una sola cara de nuestro país, olvidándose que aun somos una nación tercermundista gracias a las políticas públicas impuestas y que no terminan de llegar a donde deben de llegar.
De qué sirve entonces que el reconocimiento llegue del exterior, cuando que en el interior del país vivimos por gracia de dios, de que sirve entonces tanto borlote para llegar a ocupar la presidencia si al final del día, quien toma las decisiones están tras bambalinas degustando de las mieles que representan los recursos nacionales, de que sirve elegir cada seis o tres años a nuestros supuestos representantes populares, si a los que sirven tienen otra finalidad, la de recuperar la inversión depositada en campaña, de que sirven los partidos políticos, si protegen a delincuentes y solapan actitudes que van en contra de la sociedad, de que sirve tantas promesas, si como siempre es devorado por la demagogia.
Con este panorama a cuestas, necesariamente nos obliga a  profundizar y analizar el asunto, los sucesos nacionales de cierta manera impacta en nosotros, en las municipalidades, en ese conjunto de entes que resultan presa fácil para los partidos y para los políticos, se sabe que es de aquí donde se obtiene la mayor parte de votos que les ayuda a preservar los privilegios en el poder. El rebaño sigue sin tomar las riendas y se conforma en seguir sumido en la ignorancia y la manipulación, el desconocimiento sigue carcomiendo y empobreciendo, cada año se gradúan miles de pobres en el país y nadie dice nada, todos callamos porque si no lo hacemos pudiera ser peor, es el mensaje que nos envían desde arriba, desde la punta de la pirámide, para ellos es mejor seguir asi, a pesar que Ayotzinapa y Tlatlaya les diga lo contrario.
Nuestro entorno será como nosotros queramos que sea, la cobardía de empuñar e iniciar la revolución de conciencias no cala aun en la mente de la ciudadanía, las condiciones precarias todavía no alcanzan a ser motivo para despertar, seguiremos en las mismas, solo hasta que tu, tomes tu armamento de dignidad y grites a los cuatro vientos ¡ya basta!, que la patria es una y en ella cabemos todos los mexicanos.

¿Y el avión apa?

EL SALARIO MINIMO: SU DISCUSION Y SU ESTANCAMIENTO

El debate en torno al tema del salario mínimo en el país, ha alcanzado una resonancia política, social y empresarial  impresionante. Mientras que algunos promueven el aumento del mismo, otros patalean y van en contra de lo que esta interesante propuesta ha generado sobretodo en el círculo laboral de prácticamente todo el territorio nacional.
El asunto no es para menos, si tomamos en cuenta que la irrisoria cantidad que actualmente representa el salario mínimo y que se le paga a la clase trabajadora por una jornada de trabajo no alcanza para sufragar los gastos necesarios para la manutención de una familia, en otras palabras, es una lucha constante y de reversa para los jefes de familia que no logran aterrizar los elementos más apremiantes para el sostenimiento e impulso del hogar.
La limitada economía, en comparación con los altos salarios que devengan por ejemplo los funcionarios de gobierno y los propios legisladores, desequilibran por completo el status social, la diferencia de clases se promueve constantemente y el interés por  tratar de equilibrarlo se nulifica por el efecto que causa la insensibilidad ante los problemas que adolecen en el país y que estadísticamente representa a lo que hoy llamamos marginación, pobreza y exclusión.
El debate al aumento del salario mínimo, lejos de ser una bandera política  o un eventual trampolín en el escenario político, representa una enorme necesidad laboral y pone en la mesa de la discusión, un asunto que se ha guardado irresponsablemente por quienes insisten en mantener tal diferencia de clases para el sometimiento de las masas asalariadas a las voluntades y caprichos de un puñado de  empresarios, políticos y gobernantes que mantienen el control y manejo estratégico del país, un país en donde impera el desorden económico, en donde el jodido seguirá siendo pisoteado y los gánsteres de la plutocracia aumentando su poder en pro de la supremacía financiera.
Es probable que la idea sea descabellada como dicen algunas voces por aquello del tema inflacionario, pero la realidad es que sería un logro importante, puesto que la incongruencia en las finanzas de millones de familias mexicanas con los constantes aumentos de la canasta básica, de los insumos primordiales, de los combustibles, enmarcan la situación que lacera en gran parte del territorio y en los cinturones de miseria que aglutinan los estados más pobres del país.
¿Por qué no homologar los salarios en el país? ¿Por qué los legisladores tienen un tabulador que rebasa los 75 salarios mínimos en una sola exhibición? ¿No son los trabajadores quienes mueven a este país?
En el caso de la entidad oaxaqueña, el salario para este 2014 oscila por los 64 pesos diarios que multiplicados por 15 días arroja una cantidad paupérrima de 960 pesos, la realidad entonces golpea y lastima indudablemente a la clase obrera, máxime si consideramos que el  trabajo hoy en día es muy escaso. La desgracia de unos, es complacencia para otros.
Ojala y que los factores que lacera en la vida de los trabajadores, sean condicionantes para que al momento de la discusión se puedan ir abriendo las posibilidades para que las cosas vayan cambiando, es cierto que la diferencia es abismal pero de una u otra forma se tiene que ir compactando para que podamos presumir en un futuro de igualdad, equidad y modernidad. En tanto esto no suceda, seguiremos estancados como nación tercermundista, sin esa aspiración legítima de crecer y desarrollarnos como tal, porque las injusticias aun prevalecen y van exterminando cualquier posibilidad de encausarnos en un eventual punto de intersección con los países que han encontrado la fórmula para  promover políticas públicas que impulsen a quienes con su esfuerzo laboral consiguen vivir armoniosa y dignamente, percibiendo recursos que satisfagan sus necesidades más importantes.
El reto es enorme, el estigma reformador del presidente de la república necesariamente también tendrá que armonizarse con el tema, no quedarse aislado ante un reclamo histórico y justo para los millones de trabajadores que a lo largo de sus vidas laborales han quedado arrinconados sin que nadie los valore y se preocupe por brindarles esa seguridad económica mediante la percepción de un salario digno.
Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno capitalino y  ferviente impulsor del incremento salarial, ha dado paso a una desbandada de críticas de políticos, cámaras de comercio y patronales, incluso del propio gobierno federal quienes argumentan los efectos negativos que se tendrá en un dado caso de aprobarse de golpe dicho salario mínimo, sin considerar desde luego, que el daño lleva años estancado por la propia necedad de ellos mismos a no atreverse a tratar el asunto, como una emergencia económica y laboral que pende de un hilo porque en definitiva las familias ya no cuentan con ese poder adquisitivo que les permita “vivir mejor”.
Mientras que las prerrogativas que reciben los partidos políticos por conceptos operativos van en aumento y con especiales variaciones en cada ejercicio fiscal, el tema del salario primitivo no puede ser indiferente para quienes privilegiadamente navegan por estos institutos, la seriedad con que se trate el asunto será crucial para que el impulso social llegue a otro nivel.
Veremos que sucede en los próximos días, si los legisladores se ponen de acuerdo en el punto, o la desesperanza de los trabajadores hará mella en la próxima contienda electoral intermedia del 2015, en donde serán electos diputados federales, la directriz legislativa deberá tomar en consideración toda posibilidad, porque si en algo tenemos razón, es que la mayor parte ciudadana ya se encuentra hasta el copete (por no utilizar otra concepto despectivo) de que la voluntad depositada mediante el sufragio, sea lastimada y burlada cada vez que existen estos movimientos electoreros.

DEDICATORIA: A los millones que conforman la planta laboral mexicana directa o indirectamente y que perciben hasta el día de hoy, un salario paupérrimo que no les alcanza para una vida digna y que siguen estando a la espera de la trillada justicia social.

LA REALIDAD DESPUES DE ODILE

Odile  vino a poner nuevamente de manifiesto el poder que tiene por encima de la raza humana la naturaleza, ante un escenario devastador, desconsuelo y desesperación por el impacto de este poder en un estado como Baja california sur que hoy vive el peor de las pesadillas y de una emergencia de escala nacional.
Odile al igual que Ingrid y Manuel, estos dos últimos que azotaron intempestivamente el año pasado en el territorio nacional, nos dejan una clara enseñanza de  lo que la madre naturaleza puede hacer cansada de tanto deterioro que como ser vivo y racional le hemos hecho a su entorno.
Las imágenes que circulan en las redes sociales, en los noticieros, en la prensa escrita, hablan por sí misma de la condición y de la realidad que aflora después de la tormenta, la calma llego, como también llego la carencia de agua, comida, productos básicos, combustible, comunicación y tantos otros complementos para la sobrevivencia ciudadana. La situación no es para menos, el problema es gigantesco si hablamos de una reconfiguración de las comunidades devastadas, de las zonas turísticas y del cinturón de pobreza que tiene sin duda este estado, como cualquier otro del país.
Para esta fecha, los trabajos de remoción de lo inservible habrán comenzado, los víveres repartiéndose sin el control necesario, debido a la gravedad del problema que miles de Bajacalifornianos padecen hoy y continuaran padeciendo mañana en tanto no haya alguna estrategia federal y estatal para poder apaciguar el daño. Se calcula y se habla de cientos de millones de pesos que se necesitan para restablecer la vida cotidiana en este estado norteño, el fondo para la atención a los desastres naturales (FONDEN) cuenta y de acuerdo al proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2014 con alrededor de 7 mil 500 millones de pesos, una cifra que deberá cubrir en algún porcentaje por lo menos con las expectativas para dicho restablecimiento ya que con esta cantidad mencionada, el gobierno federal pretende hacer frente a cualquier contingencia que se pudiera ir presentando a causa de estos fenómenos naturales.  
Según datos recabados y haciendo una comparativa entre Odile y los dos fenómenos que azotaron el año pasado de forma simultánea (Ingrid y Manuel) al país, el número de decesos es relativamente menor, solo tres casos reportados a la fecha en contra de poco mas de 150 casos que provoco las tormentas conjugadas precisamente en el mes patrio.
Baja california tardara en levantarse, eso es una realidad, los intentos por parte de los gobiernos y de la propia ciudadanía mexicana en sanar la herida será un esfuerzo sin fronteras y una lucha diaria e impostergable para que miles y miles de familias que literalmente se quedaron en la calle porque perdieron su poco o mucho patrimonio, puedan recuperar parte de ello y volver a la normalidad, cosa que insisto, tomara su tiempo.
Ojala pues que ante este escenario desolador, las órdenes de gobierno de la nación hagan con responsabilidad la parte que les corresponda, que los recursos destinados para la reconstrucción sean aplicados como debe ser, pues las experiencias anteriores han demostrado lo contrario, como en el caso del estado de Guerrero en donde a estas alturas del paso de Ingrid y Manuel, el apoyo prometido simple y sospechosamente no ha llegado, sobre todo en las zonas de la montaña muy a pesar que se destinaron más de 65 mil millones de pesos para la reconfiguración de las áreas dañadas.
Guerrero al igual que Baja california, han sido de los estados con mas municipios afectados, tanto el año pasado como ahora, el recuento de los daños así lo describen, ahora solo falta esperar a conocer las estrategias y la manera en que los recursos serán distribuidos. Estamos ante un hecho que resulta inevitable contener, los fenómenos naturales son hoy por hoy, esa muestra de que algo estamos haciendo mal como habitantes de este planeta, por fortuna, el tema de la protección civil cada vez se va fortaleciendo en el país, va adquiriendo la importancia oficial sobre todo en el tema de la prevención, pero aun así, será difícil superar los estragos de la naturaleza, recordemos lo sucedido el 19 de septiembre de 1985, con el terremoto que sacudió a la capital del país cuando apenas se iniciaba el día, hoy a 29 años de distancia, el protocolo entorno al suceso es como todos los años después del episodio que marco la vida de muchos mexicanos. Fue quizá el inicio en la era contemporánea, de las enseñanzas que la naturaleza nos comenzó a dictar para qué fuéramos tomando nota ante la degradación de la figura natural por parte de la humanidad, ella también puede reclamar.
En la medida en que usted amigo lector, pueda ayudar con donativos para los hermanos afectados, en ese sentido nos veremos satisfechos porque la solidaridad deberá siempre ser garante para hermanarnos ante la desesperación de los semejantes que ansiosamente buscan una porción de ayuda.

¿Usted qué dice?

¿ALGO QUE CELEBRAR?

Si nos pudiéramos remitir hacia  1882 año en que según datos históricos, se gesto la fundación de los que hoy llamamos Unión Hidalgo tendríamos la oportunidad de inmiscuirnos en la idea que se formaron los abuelos de nuestros abuelos al momento de comenzar a trazar el rumbo de la comunidad Gubiña.
¿Cuál fue esa pretensión y que en la actualidad  no hemos sabido ni querido capitalizar?
Hace 132 años, cuando apenas esto era una ilusión zapoteca, los primeros pobladores Gubiñas mantuvieron la fe de que algún día las futuras generaciones serian capaces de edificar, transformar y desarrollar un sendero prospero para la población. A pesar de la hambruna que permeaba  en los inicios de la construcción social jamás desistieron y mantuvieron la unidad.
Hoy la realidad es otra, muy distinta a lo que planearon, lejos quedaron esas ilusiones campesinas, esas inquietudes zapotecas, una herencia que ha sido distorsionada por las ambiciones y por el egoísmo, por la desunión y por la conformidad. El confort que representa gobernar a este terruño es la materia, el dinero mueve todo, las conciencias hace años que quedaron varadas.
Es cierto que el pueblo ha venido cambiando en comparación cuando esto era todavía unas rancherías, el detalle es que no nos dimos cuenta  cuando fue que el transito se detuvo, probablemente desde que los partidos y los cacicazgos políticos encontraron la ruta para ordeñar los recursos del pueblo o quizá, cuando feneció la gestión del último buen presidente municipal que se tiene registro, fue en ese momento en que se terminaron los grandes hombres con la filosofía del servicio a los demás.
Se cumplen 132 años y desde entonces, poco o nada se ha hecho por darle un rostro diferente a la población, la falta de visión de quienes en los últimos 32 años han gobernado al municipio ha impactado en el rezago que hoy en día palpamos en el interior de la comuna. Unión Hidalgo llega al acumulado senecto, con las mismas expectativas de años anteriores y con las mismas esperanzas en los gobiernos que cada tres años toman posiciones en la autoridad municipal.
Muy atrás quedaron los hombres baluartes recordados por la historia Gubiña y que insistentemente hacemos referencia, aquellos quienes aspiraron y se inspiraron en construir una comunidad a la altura de los tiempos y de las circunstancias, hoy los podemos recordar con gratitud, no así de aquellos que han tenido la oportunidad y la han despreciado y hoy se encuentran sumidos en una madriguera, sin que nadie los tome en cuenta, sin que nadie se acuerde de ellos.
Por ello, es importante hacer un cuestionamiento profundo:
 ¿Tenemos algo que celebrar?
Esto va mas allá del aniversario 132 de la población, deberá ser algo reflexivo y crítico ante la realidad que muchos se niegan a ver y máxime si forman parte del gobierno. La realidad es que seguimos sumidos y no hemos trascendido estructural, social, político, cultural, educativa y deportivamente hablando, pues estas bases para un posible desarrollo, todavía siguen sin ser atendidos debidamente y en donde nosotros como parte de un municipio aparentemente libre y democrático, tenemos mucho de responsabilidad.
Más allá de las festividades, de los juegos mecánicos y de todo lo que pudiera ser tradicional en esta celebración, debemos de levantar la voz y organizarnos para la exigencia de las buenas acciones que beneficien a toda la colectividad; pareciera que nuestra participación solo se resume en las elecciones políticas  y no en darle seguimiento al comportamiento gubernamental, pareciera que después de llevar al poder a cualquier candidato, nuestra misión ha terminado, cuando debería de haber comenzado.
La apatía, el fanatismo y en algunos casos, los malos candidatos que a la postre resultan ser malos presidentes, son solo causales de que estemos ante un escenario de abandono, retroceso y marginación.
Todo tiene su propia consecuencia y el tema político que de acuerdo a nuestras leyes debería ser el medio para una posible transformación, hoy en día se encuentra prostituida, a tal grado que solo basta apreciar las pugnas en los institutos políticos degradados por alcanzar alguna migaja en el poder. Esta avaricia ha llevado que esta ciencia llamada política, se vea envuelta y secuestrada por un grupúsculo que solo buscan el desarrollo personal.
Unión Hidalgo no solo ha sido rehén de los grupos, sino que también ha sido alcanzado por la modernidad, es decir, estamos creciendo de forma avasallante, pero sin los servicios  básicos obligatorios como drenaje, agua potable, electrificación, salud, servicio de recolección de basura entre otras mas  y esto contrasta con la inversión multimillonaria que se está realizando en la parte norte de la población, en donde unos de los proyectos más grande de América latina en el tema energético  está ya  en operación sin que parte de esas inversiones lleguen aun a beneficiar a la comunidad.
De que nos sirve entonces ser reconocidos por este proyecto, cuando solo unos pocos, una minoría selecta son los que se benefician e inclusive son los que se embolsan los recursos y aportaciones que pudieran dar las empresas privadas. Y lo más triste de todo, es que nadie dice nada, todos callamos y seguimos como si aquí no pasara nada.
Entonces, ¿Qué tenemos que celebrar?
Por mas amor que le pudiéramos tener a la población, mientras el poder de organización nos haga falta, muchos más llegaran al poder y seguirán con la misma tradición de siempre, hacer todo un borlote con los aniversarios como cortina de humo, mientras la sociedad cada día acumula más años de abandono.

¿Y tú qué opinas?

ENTRE BACHES, DESENCANTO Y DESATENCION.

la meme que circula en internet en donde hace referencia  a la situación que se vive con las calles pero principalmente, con la carretera estatal vía el estero, hace mella de una realidad que a todas luces irradia el descontento colectivo de una sociedad cada vez alcanzada por la ignominia.
Resulta quizá irónica y risible la imagen, pero contrasta perfectamente con lo que en la comunidad Gubiña sucede y que es parte de una molesta convivencia diaria. Situación que no se ha podido corregir porque el problema es histórico si nos referimos solamente a las calles, en el caso del tramo carretero, esto se está volviendo incomodo sobre todo para los automovilistas y pasajeros que necesariamente utilizan este tramo para llegar a sus actividades cotidianas, el asunto es que el problema de los baches sucede todos los años.
¿A quién habría que fincarle responsabilidades? ¿Donde existe el problema medular que arroje estos resultados de mala calidad? ¿Por qué amordazar la información al respecto? ¿ con este panorama vergonzoso recibiremos a los visitantes en la feria anual?
Desconocemos del porque no se ha atendido el reclamo que un sin fin de ciudadanos y transportistas han exclamado para la rehabilitación de la carretera que conecta a Juchitan Oaxaca por la vía del estero, (como habitualmente de le conoce a este tramo) puesto que presenta daños severos (baches) en su conformación la cual ha provocado  accidentes y el enojo de muchos que por ahí transitan.
Nos queda claro que poco se ha hecho, el problema es ya recurrente y se tiene que esperar a que alguien pierda la vida en este tramo peligroso para atender el reclamo y actuar en consecuencia en este sentido. Una triste y penosa realidad que los gobiernos municipal y estatal se hagan de oídos sordos ante una situación que indudablemente es tema de todos los días. La maleza crecida a las orillas de este tramo, los constantes pastoreos del ganado en estas partes, de igual manera representan tal peligrosidad sin que nada se haya hecho para remediar mínimamente el problema.
Nadie sabe cuáles son las gestiones porque no se dice, nadie entiende de la desatención porque simplemente ninguno da la cara para apaciguar lo que a leguas se ve en el rostro de quienes al pasar por un bache, expresan despectivamente para referirse a la indiferencia oficial.
Los daños materiales por causa de los baches ascienden a muchos miles de pesos, la ira va en aumento, la esperanza de la rehabilitación se pierde y los transportistas y particulares encorajinados porque nuevamente la confianza tiene el mismo destino como cuando por primera vez fueron decepcionados.
El artículo 113 de nuestra carta magna hace referencia del tema que quizá muchos ciudadanos desconocemos y que habla precisamente sobre  las responsabilidades administrativas que tiene el estado y los municipios y que  a la letra dice lo siguiente: “La responsabilidad del Estado por los daños que con motivo de su actividad administrativa irregular cause en los bienes o derechos de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases límites y procedimientos que establezcan las leyes”.
Una situación que no vendría mal escrudiñar ante la irresponsabilidad gubernamental sobre todo para aquellos que han sufrido daños económicos en la reparación y compostura de sus unidades.
Dicha ley es una realidad en Oaxaca, aunque en otros términos, pero el resultado es la misma esencia, quizá por el movimiento burocrático que este pudiera arrojar y por el desconocimiento ciudadano es que no es promovido ante las instancias legales.
Vamos a esperar lo que suceda posterior a que los daños suban de intensidad, el aspecto climatológico pudiera ser un pretexto crucial para evadir el tema, el tiempo pasa y la precisión para enfrentar el problema es incierto, mientras tanto seguiremos utilizando el tramo carretero aunque esto represente el arriesgue de nuestras vidas porque que más nos queda si es la única vía mas corta para llegar al destino deseado.
Cabe resaltar las habilidades malabaristas de los conductores que a diario zigzaguean con los baches, por fortuna hasta donde sabemos no ha habido  lamentaciones mayúsculas, pero no necesariamente tiene que haber para actuar, el asunto pues es complejo y elemental tratarlo desde cualquier perspectiva, en contraste con lo que viviremos en nuestra fiesta popular en donde tendremos la visitas de propios y extraños que como cada año igual y podrán divertirse en la feria anual, pero los baches les recordaran que estamos en una transición dislocada hacia un futuro poco prometedor porque lamentablemente los reclamos nunca son escuchados, sino todo lo contrario, arremeten contra los que levantan la voz, argumentando que son críticas destructivas.
Quien los entiende.
UNION HIDALGO A 132  AÑOS DE DISTANCIA
Según datos históricos, el 29 de septiembre de 1882 es la fecha reconocida de la fundación de esta comunidad zapoteca ubicada a unos kilómetros de su ex cabecera municipal Juchitán de Zaragoza Oax.
Francisco León Hernández "Pancho León", jefe político del distrito de Juchitán, consideró conveniente unir las rancherías y establecer un solo núcleo de población para unir fuerzas y combatir a los rebeldes de la región, trató de convencer a los pobladores pero no lo logró, ante la negativa de su petición mandó a incendiar las rancherías y obligó a sus habitantes a abandonarlas y concentrarse en Ranchu Gubiña Guiaá, y constituirse en un solo poblado, que el 29 de Septiembre de 1882 dieron por nombre Unión Hidalgo; Unión por la integración de las diferentes rancherias e Hidalgo en honor al padre de la patria Don Miguel Hidalgo y Costilla.

¿Qué ha pasado desde entonces?